SAVILE ROW ( LA CALLE DE LOS MAESTROS)




Savile Road






 

En Savile Row, la elegante calle londinense donde se han vestido muchos grandes hombres de los últimos dos siglos, han logrado sobrevivir a las modas algunas de las sastrerías más reputadas del planeta. Hacerse un traje a medida en la conocida como la milla de oro de la sastrería masculina es casi un ritual por el que han pasado en los últimos tiempos desde el príncipe Carlos de Inglaterra hasta personajes tan iconoclastas como Mick Jagger, Keanu Reeves, Jude Law e incluso el mismísimo Pete Doherty.

Una opción más barata –posible también en muchas de las tiendas de esta calle– es comprarse un traje ya confeccionado de excelente calidad, mientras que el paso superior a hacérselo a medida es hacérselo bespoke, una palabra sin traducción al castellano que implica que el traje, además de hacerse estrictamente a mano, ha sido diseñado exclusivamente para su portador. Bajo el asesoramiento de los expertos de la sastrería elegida, el cliente, que a menudo necesitará acordar una cita previa, podrá seleccionar no solo entre una barbaridad de tejidos y colores, sino también decidir el corte, el número de botones, el diseño de puños y solapas, así como cualquier otro detalle del traje para que se ajuste como un guante al cuerpo y, también, a las expectativas de su dueño y la imagen que quiere dar.

Henry Poole & Co, Gieves & Hawkes, H.Huntsman and Sons o Norton and Sons son algunos de los que integran la vieja guardia de esta calle identificada con el más puro british style, mientras Richard James y Ozwald Boateng, aunque con estilos muy distintos, aportaron con su llegada a Savile Row más recientemente el soplo de aire fresco que necesitaba el negocio para reinventarse y atraer a un público más joven que, sin renunciar al clasicismo del tradicional corte británico, quería dar una imagen actual y no necesariamente conservadora.





Turnbull & Asser




A apenas un paseo, Jermyn Street es el lugar donde hacerse una camisa a medida. Entre las muchas opciones que se alinean en esta calle preside Turnbull & Asser, que lleva haciendo historia desde 1885. En su haber cuenta con méritos como haber vestido con alguna prenda a 19 de los 22 James Bond de la historia, ya que también hacen a medida otros complementos, como por ejemplo sus exclusivas corbatas, de las que solo saldrán a la venta 16 de cada modelo a menos que se opte por hacerse una bespoke, en cuyo caso la que se elija será única en el mundo. A pesar de que fue Ralph Lauren quien diseñó el vestuario de la mítica película El Gran Gatsby, las camisas que lucía en ella Robert Redford eran todas de Turnbull & Asser, como se aprecia en la famosa escena en la que Mia Farrow se deshace en lágrimas al admirar la apabullante colección de camisas que atesoraba en su guardarropa.

Cruzando con Jermyn Street aparece, en el 9 de St. James’s Street –donde se encontraba la caa de soltero de Lord Byron, el atelier de John Lobb, el único lugar del mundo en el que hacerse unos zapatos a medida de esta firma de culto, ya que los que se venden en algunos de las más exclusivas tiendas del globo son colecciones prêt-à-porter. Aunque también hacen zapatos de mujer, su especialidad es el calzado masculino, con incondicionales como, de nuevo, el príncipe Carlos y también su padre, el duque de Edimburgo, Daniel Day Lewis o Tom Cruise, quienes probablemente tengan que esperar menos de los como mínimo seis meses que tarda cualquier pudiente mortal en tener sus John Lobb en casa desde que pasara por primera vez para que le tomaran medida de los pies en este sobrio taller en el que atiende en persona Johnattan Lobb, la cuarta generación de zapateros de la firma.